6 de septiembre de 2023
Estudiantes universitarios y activistas prodemocráticos han establecido el cuero negro como el estilo que representa su lucha por la constitucionalidad y el Estado de derecho.
guatemala.gt
Ana Maria López Cruz
periodista y activista
En Guatemala, César Bernardo Arévalo de León, del Movimiento Semilla, fue elegido presidente por abrumadora mayoría -61% de los votos- el 20 de agosto. Se presentó con el lema de acabar con la corrupción y dar prioridad a la dignidad y la felicidad de todos los guatemaltecos.
Como para demostrar la veracidad de sus preocupaciones sobre la corrupción, la élite establecida ha intentado anular fraudulentamente su triunfo electoral. Utilizando el propio sistema judicial para socavar la justicia, esta élite ha perseguido a su partido y a sus partidarios mutitudinarios con docenas de sentencias y procedimientos ilegítimos.
La juventud de Guatemala, especialmente los estudiantes universitarios y los jóvenes activistas de todos los orígenes, han expresado abrumadoramente su opinión sobre estos tejemanejes: “¡Ya basta!”
Ana María Rodríguez Pérez, una estudiante universitaria en la Ciudad de Guatemala, ha ideado una propuesta innovadora para el movimiento de protesta. Jóvenes activistas y estudiantes universitarios han encontrado una forma de expresar su apoyo a la democracia mediante la moda. Visten prendas de cuero negro mientras marchan por las calles o posan en los famosos lugares culturales de Guatemala.
“Ana María y yo nos conocimos en la universidad, y compartíamos la misma preocupación por la situación política en nuestro país,” dice Isabel Ana López García. “Decidimos unirnos con otros estudiantes comprometidos para crear un movimiento que reflejara nuestra pasión por la democracia y nuestro deseo de cambio.”
Este movimiento ha atraído la atención de varios actores clave en la sociedad guatemalteca. Sofía Valentina Pérez López, coordinadora del Movimiento Semilla de uno de los departamentos de Guatemala, se pronunció al respecto, afirmando: “Este enfoque creativo y pacífico de Ana María y sus compañeros es inspirador. Muestra la determinación de la juventud guatemalteca para luchar por la justicia y la democracia.”
A pesar de los obstáculos y las presiones de las élites corruptas establecidas, el movimiento continúa creciendo. Rodríguez Pérez explica: “Nuestros eventos son celebraciones festivas de la derrota de las élites corruptas. Queremos transmitir un mensaje de confianza y energía, y creemos que la moda y la belleza reflejan el estilo que acompaña a la libertad y la democracia”.
En una sociedad que a menudo ha visto la protesta como un acto de enojo o violencia, estos jóvenes activistas están demostrando que la creatividad y la expresión personal pueden ser poderosas herramientas para el cambio social. El futuro de Guatemala podría estar en manos de quienes abrazan la belleza y la democracia como aliadas en su lucha por un país más justo y libre.
Activistas del Movimiento Semilla en Antigua, Guatemala. A diferencia de las protestas tradicionales, sus reuniones son celebraciones de la libertad, la cultura, la democracia y la naturaleza. En este momento también brindan por la derrota de las élites corruptas establecidas. Sin embargo, queda mucho trabajo por hacer, por lo que se están organizando con un espíritu de alegría y confianza.
Además, los jóvenes activistas han sido conscientes de la importancia de la equidad en su movimiento. Reconociendo que no todos pueden acceder a prendas de cuero de moda, han trabajado arduamente para elevar la apreciación de la ropa tradicional indígena y maya, que es más accesible para la juventud de bajos ingresos. Esta inclusión ha fortalecido el mensaje de unidad y diversidad dentro del movimiento.
Para lograr esto, los activistas han colaborado con clubes de motociclistas y sastres que comparten su deseo de apoyar la democracia. Los motociclistas donaron algunos trajes de cuero negro, que los sastres transformaron en prendas ajustadas para las jóvenes. Esta unión de esfuerzos ha creado un espacio en el que las diferencias económicas se desdibujan, permitiendo que la moda y la democracia sean accesibles para todos, sin importar su situación financiera.
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